La metáfora de la mariposa - Actividad 10 - Nadia Birnbaun

Nadia Birnbaun
Comisión 07 - Santiago Castellano
Consigna: A partir de las escenas de lectura, realizar una Autobiografía como escritores y escritoras (elegir el estilo, los procedimientos, las formas que les pueden tomar prestados a las autobiografías que leyeron, también pueden incluir todas o alguna de las escenas de lectura, reordenarlas, cambiarlas, sintetizarlas, ampliarlas).
Modalidad individual.
Primera escritura.


 La metáfora de la mariposa

 Existo desde el 22 de marzo del 2001. Existo y desde entonces uno hace lo que la gente llama "(trans)formarse". No sé si ese proceso tiene reglas, principalmente porque viene sin manual. Tampoco sé si ese proceso realmente termina en algún momento.
 Pum. Departamento chiquito con muchas ventanas. Paredes en las que puedo ver todos los colores de las que, alguna vez, fueron pintadas. Mamá, papá  y hermano en el cuadro. Hermanastro a medias, cuando él quería estarlo. Muchos animales, actualmente cuatro y una fascinación importante por los gatos. 
 Crecí contenida, nunca me faltó nada. Mamá sabe lo que es que te falten las cosas, por eso cuando tenía en sus manos la posibilidad de dárnoslo todo, lo hacía en un abrir y cerrar de ojos. Papá era más afectivo y menos material, para mi porque le costaba un poquito más, aunque él supiera lo que es que te extiendan la mano; a él le mostraba mis cuentos y mis ensayos. Mucho amor, mucho respeto.
 Pum, se abre un poco. Mamá y papá son sordos de nacimiento. Aprendí lenguaje de señas gracias a mis primos (todos oyentes) cuando era muy chiquita. También aprendí que el mundo es impaciente y que no tiene lugar para hacerse entender. El mundo es un gran y enorme tornado que por momentos da paz y por momentos, con su viento frío y descuidado, te da el mejor de los golpes. La madurez me pegó como un corchazo. Son flashes, médicos, abogados, reuniones informales, cumpleaños, actos escolares, amigos de mis papás, familiares, amigos de familiares, y yo siempre a un costadito con mi lenguaje de señas, no impecable, pero con un nivel bastante apreciable. La información importa, las formas en las que puede y en las que debe ser expresada importan. La gente actúa en base a los datos que le son proporcionados, y eso también importa. Es una tarea para hacer con cuidado. De alguna forma, esto me llevó a ser más comprensiva y perceptiva, además de desarrollar en mí una paciencia casi infinita. Alguna vez escribí sobre la realidad y que una recepcionista me había hablado bastante mal, pero a papá no le gustó. 
 Pum, se abre un poco más. Ninguno de mis padres me escuchó cantar jamás y a mi que me fascina. Mi abuela, sin embargo, me pedía (y cada tanto lo hace) que le cante alguna canción después de nuestras cenas infaltables de los viernes, muchas de ellas las inventaba. Donde ella iba me llevaba, principalmente a jugar todos esos juegos que uno consideraría de "viejos". Compartir tiempo con gente mayor te demuestra que el respeto pesa, creo que es por eso que es la única cosa que cuando falta es capaz de despertar en mí esa intolerancia que guardo bien al fondo. Una vez, cuando la operaron, su segundo hijo de tres (uno de los cuales es mi papá) se presentó sin haberlo visto, yo por lo menos, por diez años. Cuando nosotros llegamos al pasillo donde ella se encontraba salió corriendo, sin saludar a nadie. Recuerdo haberme enojado mucho y escrito una carta que nunca mandé.
 Pum, se abre un poquito más. Soy mala recordando, encuentro imágenes fugaces dentro de mi mente que se esfuerzan por ganar una maratón en la que no hay punto de llegada, porque sino recordaría mejor. Los sentidos son los que despiertan la memoria en mí. Golpean la puerta del departamento a las tres de la mañana. Mi hermanastro queriendo entrar en el cuadro, yo dejándolo entrar. ¿Para qué? Lo que se desencadena a continuación no merece lujo de detalle, pero no usaba su carnet de conducir únicamente para mostrárselo a la policía cuando se lo solicitaban. Los tornados se intensifican. Una vez más, clínicas, médicos, familiares, amigos de familiares, comunidades, tiempo, esfuerzo, paciencia, frustración. ¿Y la paz, tornado? No escribí nada. 
 Pum, estamos cerca. En el 2018 terminé "Animorphs - El visitante" de K.A. Applegate en una confitería. Hace mucho no leía, que bien se sentía. Leer dan ganas de escribir y se sana escribiendo. Recuerdo esa página 82 y la frase: "Las cosas que no se movían me resultaban aburridas. Si los ratones permaneciesen completamente inmóviles, se olvidarían hasta de que existen". Yo creía necesitar estar estática. Después me di cuenta, no me estaba moviendo, me estaban moviendo. Estaba girando con el tornado que, aparentemente, no tenía intenciones de bajar su velocidad. Escribí mucho más después de eso.
 Pum, último empujón. Hay una sola cosa que desniveló unos centímetros mi capacidad de socializar y es que detesto la pizza. Más allá de eso, confío en ser capaz de establecer un vínculo superficial con casi cualquier persona en diez minutos. Así pasó con Fran, a quien le dio bastante lo mismo lo de la pizza. Él no necesita que le demuestre que me puedo cargar el mundo en la espalda y me ayuda a sacarme esa mochila. Qué linda se sentía la contención. Ahí anda mi paz, salvo que el tornado sigue dando vueltas. Me enseñó lo que es ser determinado, vean que cuando nos conocimos me dijo: "de acá a tres meses vamos a estar juntos"; una manera excelente de volarme la cabeza. Algún día voy a escribir sobre él.
 Hablando de volar.. pum, a volar. Como toda mariposa, la que se forma muere y una nueva extiende las alas. Yo voy tres mariposas, me cuesta mantener un prototipo que me deje volar de forma sana. Existo. Hoy más que nunca puedo decir que me sigo formando, que va a ser un proceso largo y duro y que probablemente tenga que rehacerme y deshacerme hasta encontrarme libre (vaya uno a saber a qué me refiero, supuestamente es algo que se siente). De todas formas, voy con una sonrisa, siempre que la tengo. Siempre hay alguien a quien le cambia el día ver una mariposa. Lo recomiendo bastante, nunca sabes quién está teniendo un mal día. 

Comentarios

  1. Hola Nadia! Para empezar no quiero que pienses que sentí la obligación moral de hacerte una devolución porque vos hiciste una gran apreciación sobre mi trabajo, o quizás un poco sí...
    Sea por el motivo que sea, me alegra que me haya llevado hasta acá, ya que disfruté mucho de tu historia.
    Me encantó cómo pudiste enmarcar la misma dentro de un paralelismo con el despertar de una mariposa, mostrando de una manera muy gráfica y ejemplar, como las cosas que nos pasan en esta vida son las que nos forman como la persona que somos. Ya que es sólo entonces que seremos capaces de entender que, como me dijo siempre mi mamá, "todo pasa por algo", y de sacar un provecho real de aquellas situaciones que en su momento vivimos como "malas".
    Para terminar quería agradecerte, tanto por la apreciación como por tu autobiografía, porque a través de ellas me hiciste ver una mariposa, cosa que en tiempos de cuarentena vale mucho.

    PD: no te perdono lo de la pizza! Saludos.

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