Filosofía de Kahlo - Actividad 34 - Nadia Birnbaun

Nadia Birnbaun

Comisión 07 - Santiago Castellano.

Consigna: "Sigue el intercambio de cartas: el personaje propio recibió la negativa a su propuesta, tiene que redoblar los esfuerzos para convencer al otro personaje. Para ello, deberá utilizar una analogía y el recurso de un ejemplo histórico, además de contraargumentar lo que aparece en la carta de la negativa". 

Primera escritura. 

Modalidad individual. 


Carta de rechazo: 

Querido comandante,

¿Qué anda pasando con mi viejo amigo? ¿qué sucedió con aquel hombre que no permitía que nada ni nadie le pasará por encima? ¿acaso Ricky Fort, quien sólo sabía pasarla bien, se ha perdido? Pon la frente en alto y déjate de pavadas.

A ambos nos está llegando el final querido amigo. No hay tiempo para preocuparse en el que dirán o pensarán. A pesar de que me parece bien que sueñes con una retirada a lo grande, ya que aquella siempre fue tu manera de vivir, no creo poder darte una mano para cerrar el telón. Lo que te quiero decir es que, ¿cómo podría ayudarte si ni siquiera me puedo ayudar a mi misma? Es decir, estoy en medio de una pelea con la depresión. Y si no fuera así, ¿cómo podría llegar a tomarme el tren? ¿corriendo? Conoces muy bien las condiciones en las que me encuentro.

Lo siento mucho comandante, me hubiese encantado poder aceptar tu propuesta, pero lamentablemente no lo veo posible.

Cuídate viejo compañero,

con amor,

Frida


Respuesta: 

Frida, 

 Necesito de tu presencia como el dinero necesita de alguien que lo gaste. Es simple, sin una persona que esté dispuesta a darle un uso a la plata, sin alguien que esté dispuesto a intercambiarla por algo, no vale nada. Los artistas somos algo parecido, sin nadie que valore nuestro talento, sin nadie que nos mire y nos aplauda, sin alguien que le busque un significado a lo que hacemos... ¿Qué nos queda? Podrías haber publicado todas tus obras en las paredes de todos los edificios, podrías haber sido una tipa sana, una mina con un destino diferente y, sin embargo, sin alguien que quisiera prestarte atención, podrías resultado tranquilamente una contadora, una jardinera o una millonaria completamente vacía. 

 Déjame doblar la propuesta. Déjame darte algo que pueda interesarte, algo que permita que cada uno viva como quiera, sin juzgar a nadie. No te voy a ofrecer guita, yo seré quien soy pero veo clarísimo a cuanto vendes tus obras. Mis chicos son muy creativos, estoy seguro de que no se van a dedicar a los negocios, ellos quieren hacer arte. La cuestión es, pichona, que ellos no son como nosotros. Las cabezas de su generación son mucho más parecidas a la tuya. Permitime dejarte la posibilidad de que no perduren sólo tus pinturas, quiero que marques una era. Hace de una de mis propiedades, la que vos elijas, una escuela. Transmití tus ideas de la realidad, de la belleza y del arte. Que sea algo grande, como el romanticismo o el nominalismo, conducilo por donde más te guste. 

 Confío en tu criterio. Quiero que seas parte de mi gran final, me hago cargo de lo que necesites. No se le corta la luz a un artista cuando está sobre el escenario, aunque tal vez se lo podría enseñar a mi vieja... en cuestión, mi vida es ese escenario. Es todo lo que me queda. Sentite halagada, yo no le ruego a nadie. 

Se va el tren, último aviso.

El Comandante. 

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